Evidencias (con Iker Plan)

Cerrados de mente que no entienden esta música, por hacer algo distinto critican e insultan, cansados de gritar, que nos dejen en paz, libertad de expresión sin pensar el que dirán...

Tras el Cristal (Video Oficial)

Si cada mañana arañas minutos al tiempo, y los días sin planes acaban saliendo mejor. Hoy voy probar mi experimento, No pienso dejar que nada me limite porque hoy mando yo...

Nuevo VS Clásico (con Zarcort y Piter-G)

Y es que llevo tanto tiempo viciándome en videojuegos, Que he tenido que apagar la consola por que echaba fuego, Soy de lo que quieren gráficos, quiero potencia, Quiero la nueva generación sin perder esencia...

Algo ha Cambiado (Nuevo Disco)

Tras dos años de trabajo y composición, Porta regresa con más fuerza que nunca para presentarnos su cuarto álbum de estudio ‘Algo ha cambiado’...

Mostrando entradas con la etiqueta Porta experienses. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Porta experienses. Mostrar todas las entradas

Porta, día 3 | experienses



“No son buenos tiempos para los soñadores”, y cada día más, hago abuso de mi mejor evasión; rapear. Es lo que mejor sé hacer, es lo que necesito. Mis herramientas son sencillas: un bolígrafo y un papel, con ellas transcribo a una libreta lo que habita en mi cabeza, con una instrumental como acompañante. Los cascos, necesarios para completar una abstracción hasta el centro de mi mismo, me aíslan totalmente de esta realidad en la que habito, y dejan que mi concentración se unifique con el beat. El micro es mi arma; mi mejor ataque y mi mejor defensa, testigo y oyente de lo que crece en mí. De lo que soy: un Mc.

Empezar así el día me ayuda a desahogarme, a pillar con ganas lo que se me ponga por delante. Así que animado por las sensaciones que experimenté ayer, hoy me encaminado de nuevo por la ciudad. No sé cómo, he acabado sentado en el banco de un parque, justo al lado de una fuente herrumbrosa, que no había pasado desapercibida para el tiempo… “Óxido y pureza”, dos palabras que han relampagueado mi mente, con esa imagen. Qué antítesis; hoy la ciudad está gris, y más que nunca necesita verde. El verde de los parques, la risa del parvulario.

Me apetecía coger el metro, pues reitero que mi vida ‘pública’ y mi moto, me han alejado un poco del transporte público y, aunque era consciente de la subida de precios –sin mentar los recortes-, admito que me ha invadido una rabia desorbitante por el coste del billete sencillo, aquí en Barcelona. Tras unas cuantas paradas, he decidido bajarme en Plaza Catalunya, ¡y qué emblemática!, aunque no hay nada más representativo de esta preciosa ciudad, que las palomas que acompañan nuestras idas y venidas. Casi ya innatas al paisaje, hechas a la metrópoli y a sus habitantes, impávidas.

He decidido ir caminando hasta el barrio del Raval, conocido por su gran diversidad étnica y cultural, y he llegado hasta unas canchas cercanas; hoy vacías, pues ha estado lloviendo y parece ser que a pocos nos gusta sentir el agua caer sobre nuestras cabezas. He seguido caminando hasta dar con una fuente decorativa, en ella había agua estancada, y verdosa. No he podido evitar fotografiar mi silueta, quizás por ver matices en lo más inesperado. Como los he visto en una silueta hecha con plantilla en la calle paralela. Arte gráfico que enfoca el mismo concepto.

Quizás sea rebuscado, pero me gusta cavilar, darle sentido a distintos significados… Soy como un árbol, mis pensamientos se ramifican una y otra vez.










Deja tu comentario xD -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Porta, día 2 | experiences


Mi amigo inseparable. Él está en cada momento de mi vida, en lo bueno y en lo malo; diría incluso que sabe cuándo no paso por buenos momentos o cuándo estoy realmente feliz.

Una vez en la calle, paseando por el barrio con mi inseparable acompañante perruno, me he percatado de que una de las muchas casas que hasta ahora estaban tapiadas, había sido derruida.

En el suelo habían restos de escombros; de hogares rotos, de sueños que un día se vivieron en ese, ya extinto, hogar.


¿Y cuántas vidas habrán visto crecer esas cuatro paredes?

Es triste, pero bonito a la vez. La cuestión es que esta mañana estoy cautivado por la historia urbana; la calle habla. Parezco un niño pequeño extasiado con nuevas sensaciones, como un desarrollo inesperado de mis sentidos.

Y hablando de sentidos, al llegar a casa he decidido poner al día mis redes sociales, casi un anexo ya a cada uno de nosotros; internet. Asombra ver la cantidad de información que día tras día se transmite por la red, un mundo formado por simples cables que nos unen.


Más tarde, de nuevo en la calle, me he encontrado con un viejo colega, que muy ogulloso, me ha enseñado su nueva moto. Lo cierto es que no soy un fan irrevocable de éstas, aunque tengo una y la disfruto, admito que al ver el pedazo de bicho que se ha comprado, he querido catarla. La sensación de velocidad era increíble, la adrenalina bombeaba por todo mi cuerpo.


En el recorrido he pasado por Plaza España, y he hecho del paseo, una visita guiada por mis sentidos. Hacía tiempo que no me paraba a observar este lugar tan transitado de prisas y agobio. Hoy tenía la oportunidad de ser un transeunte más, pero con tiempo. Recordaba una pared llena de graffitis, por desgracia a día de hoy pocos quedan.







Quizás sea un tema de debate, quizás muchos discrepen mis palabras, pero como siempre digo “para gustos, colores”.


En cualquier caso yo siempre consideraré los Graffitis como arte urbano; arte en las calles, vida en la ciudad.

Se me hacía tarde, aunque aún me quedaban minutos, de modo que decidí coger el autobús. Francamente, ser una persona conocida, con todas sus consecuencias, hizo que me desvinculara bastante de los transportes públicos; hacía tiempo que no me vestía de pasajero de la urbe.


Volver hizo que recordara mis días de anónimo.

Me puse los cascos y confieso que, al verme sumergido en una instrumental; banda sonora de mi recorrido, de mi momento como observador, como espectador de las vidas ajenas pero conectadas a la vez, me pasé la parada del bus.
Deja tu comentario xD -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Porta, Día 1 | experienses

Lo cierto es que hoy no ha sido un día muy diferente a los demás: he salido de casa de buena mañana, pues me gusta aprovechar el día. Suelo ser una persona bastante observadora, aunque admito que hoy he puesto más atención que de costumbre, a los elementos que nos rodean. Un enfoque, un prisma distinto. Pasando por delante del ferrocarril, me ha venido a la cabeza que éste siempre sigue un camino, como todos intentamos hacer en nuestra vida, “presos” quizás, de unas vías marcadas. Unos raíles corrientes
Esto me llevó a otras conclusiones, nuestras vidas están encaminadas y a la vez siento que pautadas por la sociedad. Sin ir más lejos, estamos rodeados de señales que dicen lo que debemos hacer; “STOP” párate, “Semáforo en verde” puedes pasar,… es casi una inercia la que nos hace andar. Curioso, porque mientras caminaba por la calle, he topado con una señal, y encima de ésta un espejo retrovisor y me ha venido una frase a la cabeza: “Camina hacia delante, sin mirar atrás”
Y es que la ciudad me habla, y el gusto es saber que puedo liberarme de los raíles que me atrapan; que puedo darle el significado que quiero, a algo que en cuestión, ya tiene uno establecido.

Caminando por el barrio, he llegado a una casa que, hasta hace poco, estaba okupada.

Hasta hace poco, había personas habitando una casa que han preferido derruir, porque claro, debe ser mejor que haya gente en la calle y casas vacías, que gente que no paga. Es frustrante e indignante, ¿hasta qué punto hemos llegado? ¿Dónde ha quedado nuestra humanidad? ¿Quién es capaz de permitir que haya personas durmiendo a la intemperie, cuando hay miles de casas vacías? No me lo explico.

Más tarde he quedado con unos amigos en el “El Casal”, un parque al que íbamos cuando éramos pequeños, y aún a día de hoy seguimos frecuentando, aunque no de manera tan asidua. Patinábamos en Skate, en Snake, jugábamos a basquet, a fútbol, hacía Break dance, e incluso me animé a hacer algún graffiti.

Hemos hablado sobre los viejos tiempos; esa canasta que nos ha visto crecer.


Realmente lo piensas, y qué rápido pasa el tiempo, tanto que incluso desgasta


Para acabar el día, he cogido la moto y me he acercado a Lebuqe Studios; lugar donde suelo grabar mis canciones. Es ahí donde consigo desahogarme totalmente, y exteriorizar lo que  llevo dentro XD.



De esa forma quedo en paz y en calma conmigo mismo.


Después de todo he acabado en el mirador del Tibidabo, admirando mi ciudad.

¿Cuántas historias quedan por contar? Cuántas historias alberga “La ciudad maravilla”.

Deja tu comentario xD -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------